En lo que va corrido del 2021 se recrudece la
política del terror sobre la población juvenil, popular, campesina, negra e
indígena. Según cifras de Indepaz, a febrero 13 del presente año, suman 12
masacres (42 personas en total), 22 asesinatos a líderes sociales y ambientales
y 8 excombatientes de las FARC asesinados. Este panorama no es muy alentador:
tan es así, que la JEP alerta que el 2021 ha tenido el inicio de año más
violento desde la firma del Acuerdo de Paz, y analistas políticos como Ariel
Ávila pronostican que este año, al ser preelectoral, la situación puede hacerse
aún más aguda.
Después del triunfo del
NO en el plebiscito por la paz del 2016,
y la posterior firma del Acuerdo de paz, se ha desatado una ola de
muerte en todo el país, lo cual tomaría aún más fuerza desde el ascenso de
Duque a la presidencia. Los asesinatos y amenazas a manos de bandas
paramilitares pasaron a la ofensiva, el gobierno por su parte trata de
maquillar las cifras, o responsabiliza a las disidencias de las FARC y al ELN,
pero lo cierto es que los índices de asesinatos y ataques contra líderes
sociales y excombatientes siguen en aumento.
Es clara la complacencia del gobierno Duque
con la violencia militar y paramilitar contra los oprimidos y contra los
luchadores, pues, además de tener el descaro de introducir un eufemismo como
“homicidios colectivos” para referirse a las masacres, y de declarar duelo
nacional por la muerte del infausto ministro Holmes Trujillo (el responsable
político de la matanza de septiembre del año pasado en Bogotá, entre muchas
otras atrocidades), ahora pone de Ministro de Defensa a Diego Molano [1], cuyo
único “mérito” es ser miembro del Centro Democrático y, quien tiene la misión
de continuar las políticas de sus predecesores como el refuerzo de las FF.AA y
el ESMAD, la nefasta y perjudicial política de erradicación forzosa con
glifosato, la descarada negación de la putrefacción interna en las FF.MM, su
total arrodillamiento a los EEUU y su política de ataque a la soberanía
nacional de Venezuela y la constante violación a la soberanía nacional
colombiana(que entre otras se concreta,
en la permanencia de los soldados, espías y asesores yanquis y sus bases
militares en el territorio nacional), así como el desconocimiento de las
amenazas, masacres y asesinatos a los líderes sociales y excombatientes.
En esta dirección, otro
hecho que corrobora la política de Duque es el anuncio que hizo hace un par de
semanas donde menciona que “habrá una metodología única de análisis, que tendrá
como base fundamental las cifras que reposan en la Fiscalía y su capacidad
investigativa” quitándole autonomía al trabajo de terreno y recopilación de
datos que ha hecho la Defensoría del Pueblo desde el año 2017. Iván Cepeda y
Angela María Robledo en un derecho de petición, enviado al Carlos Camargo
(director de la Defensoría del pueblo) el 5 de febrero de 2021, alertan que es
una maniobra para "disminuir la magnitud del problema que estamos
atravesando" en materia de violencia, ya que los registros de la Fiscalía
en cuestión de masacres y asesinatos a líderes sociales es considerablemente
menor.
Pandemia
y masacres
El
2020 dejó un saldo aterrador de 61 masacres con 381 víctimas. De los 22
departamentos donde ocurrieron estos hechos terribles, fueron: Antioquia (con
21 masacres y 81 víctimas), Cauca (13 masacres y 53 víctimas), Nariño (9
masacres y 42 víctimas) –lugares donde la mayoría de su población está
conformada por campesinos, indígenas y afros– y Bogotá (con 3 masacres y 37
víctimas), donde acontecieron la mayor cantidad de muertes, según reportes de
Indepaz.
Imagen: http://www.indepaz.org.co/informe-de-masacres-en-colombia-durante-el-2020/ |
La
población más afectada en cuanto a masacres ha sido la juventud, recordemos: En
varios municipios del departamento de Nariño, los ocho jóvenes de Samaniego, en
Leiva a los dos niños de 12 y 17 años en su trayecto a la escuela, a los tres
jóvenes indígenas pertenecientes al resguardo Canawari en Pueblo Viejo, en
Cali, Llano Verde los cinco niños afro, en el Cauca a dos hermanitos que
caminaban de una vereda a otra, a los 14 jóvenes en Bogotá a manos de la policía;
todo esto acompañado de un discurso que estigmatiza y persigue la juventud,
como puede verse reflejado con la amenaza que hace poco recibió Francisco Vera
al niño ambientalista de tan solo 11 años. Estos ataques y asesinatos a la
juventud buscan intimidar y erradicar su justa lucha por cambiar la situación
actual en la que viven[2], y su
papel de vanguardia y convocatoria en las últimas luchas que se han presentado
en el país.
La crisis social y económica que trajo la
pandemia al país, produjo una desmovilización importante de la población, que
en 2019 se movilizó masivamente contra las medidas del gobierno y en repudio al
régimen de terror uribista, esto fue aprovechado para profundizar la ofensiva
del terror hacia los líderes sociales, activistas y excombatientes, ya que al
estar dispersos no han podido realizar y organizar acciones de masa para exigir
la protección de la vida y en contra de estos asesinatos, masacres y amenazas.
En otras palabras, el inicialmente débil y desprestigiado gobierno de Duque ha
sabido aprovechar la desgracia de la inmensa mayoría de la población para
fortalecerse, y no sólo contraatacar en el terreno económico y social -como con
las reformas laboral, pensional y tributaria en curso-, sino que sacó ventaja
para apuntalar su proyecto de restauración de ese régimen de terror. Como se
advierte con el panorama de masacres y asesinatos, así como con el proceso de
concentración creciente del poder, poniendo en instituciones claves de control
como la Procuraduría (Margarita Cabello) y la Defensoría del pueblo (Carlos
Camargo) a sus fichas, las cuales trabajan en equipo con el perro sabueso que
tiene en la Fiscalía (Francisco Barbosa).
Las centrales obreras, FECODE, las
organizaciones sociales y populares -indígenas, afro, de mujeres, de jóvenes,
ecologistas, etc.-, las organizaciones y personalidades que se reclaman de
izquierda o democráticas, tienen la obligación de coordinarse y unir esfuerzos
para retomar la movilización y así frenar esta sangría e impedir que se
consolide el régimen de terror uribista.
_________
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Informe
de Masacres en Colombia durante el 2020 – 2021 – Indepaz
·
https://pares.com.co/2020/09/16/la-noche-de-los-lapices-una-amenaza-que-no-desaparece/
·
Inicio
de año más violento en Colombia desde 2016, según la JEP | Noticias | teleSUR
(telesurtv.net)
·
https://cnnespanol.cnn.com/2020/08/17/que-hay-detras-de-las-masacres-de-jovenes-en-colombia/
·
https://pbs.twimg.com/media/Etd8S_eWQAQ2DNb?format=jpg&name=medium
/ https://pbs.twimg.com/media/Etd8S_eXcAEu089?format=jpg&name=medium
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(7)
Así sucedieron más de 30 masacres en Colombia en lo que va de 2020 | Videos
Semana - YouTube
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En
2019 hubo 36 masacres en Colombia, la cifra más alta desde 2014: ONU | EL
ESPECTADOR
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https://www.lafm.com.co/colombia/once-concejales-abandonaron-argelia-cauca-por-amenazas
[1] Era el director del Departamento
Administrativo de Presidencia
[2] Para ampliar sobre la situación por la que
atraviesa la juventud lo invitamos a consultar el artículo: Cacerolazo en linea: A UN AÑO DEL
ASESINATO DE DILAN CRUZ: LA REBELIÓN DE UNA GENERACIÓN QUE SE RESISTE AL NO
FUTURO
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