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Cientos de miles de contagiados, decenas de miles de muertos, la pandemia del Covid-19 avanza de manera mortal sobre la población mundial. La humanidad asiste atónica e impotente a tamaño desastre que ha sido facilitado por la indefensión en que ha quedado la sociedad, y en especial las grandes mayorías pobres, como consecuencia de las políticas patronales e imperialista de destrucción de la salud pública, de precarización aguda de las condiciones de trabajo, de destrucción de la naturaleza, en fin, como consecuencia de todas las lacras en las que nos hunden los capitalistas e imperialistas con tal de obtener ganancias, y más ganancias.

Y es que las políticas privatizadoras entienden la salud, la seguridad social y la investigación científica como una simple y vil “oportunidad de negocio”; tan es así que el gobierno de Estados Unidos y la industria de medicamentos no se interesaron, y por tanto dejaron morir por falta de financiamiento, investigaciones que avanzaban en la comunidad científica desde el 2002 sobre los coronavirus, por una “genial” razón: consideraron que “no había mercado para una vacuna”.

Para agravar la situación la pandemia ha servido como “florero de Llorente”, como detonante, que no como causa, para que se precipitara una profunda crisis económica mundial, que podría llegar a equipararse a la gran Depresión de 1929, superando en mucho a la crisis del 2008. Esto causará, comenzó a causar, grandes estragos y padecimientos a la población mundial. El fondo de la cuestión es que lo que está estallando es la economía capitalista mundial, imperialista; una economía que ya caminaba hacia una profunda crisis toda vez que la tasa de ganancia, lograda a partir de la explotación de la mano de obra trabajadora, venía en acelerada caída agudizada por una enorme burbuja financiera parasitaria de la economía productiva, de aquella economía productora de bienes y en la cual los trabajadores ejercen como la única clase creadora de riqueza. La pandemia, con la consecuente parálisis de esa economía productiva, precipitó el colapso económico que ya venía incubándose.

En la base de la explicación de que el otrora deslumbrante y próspero Estados Unidos sea el país más afectado e indefenso por la pandemia, está el hecho de ser precisamente el epicentro mundial de esa economía que se hunde en una profunda crisis, con un aparato productivo en retroceso desde hace años, con un sistema de salud totalmente mercantilizado y de servicios de altísimos precios, con una extrema desigualdad social, y con millones de pobres totalmente desprotegidos que viven hoy, no el “sueño” pero sí la "pesadilla americana”. Una potencia en verdadera decadencia; lo que la hace aún más peligrosa.

El problema para la humanidad es que esa es la economía que rige al mundo, y en su locura desenfrenada imperialistas y capitalistas pretenderán que la debacle causada por su sistema sea pagada por la inmensa mayoría de la población mundial: por los trabajadores y los pobres. De hecho ya lo están haciendo; sólo en Estados Unidos en donde a febrero del 2020 había 5,7 millones de desempleados, se estima que los despidos podrán llegar a 47 millones sólo en el segundo trimestre; de hecho sólo en una semana se acabó de registrar 6,6 millones de peticiones de ayuda por desempleo, cifra que no se había visto nunca.

A tal extremo lo irracional y criminal, que Trump, secundado en primera línea por su lacayo Duque, después de años de sabotear y empobrecer la economía de Venezuela, y macabramente aprovechándose de la mortal pandemia que como a todos los países también afecta a la hermana república Bolivariana, arremete con una descomunal escalada su agresión militar, buscando al mejor estilo de potencia colonial del siglo diecinueve, derrocar al gobierno de Maduro, aplastar la soberanía venezolana, saquear sus riquezas, y montar en el gobierno a la oligarquía en cabezada por el títere y bufón de los yanquis Juan Guaidó.
Intentan justificar el ataque acusando al gobierno venezolano de “narcotraficante” y “asesino”. Duque tiene el cinismo de sumarse al ataque yanqui a Maduro por “narcotraficante” cuando a ojos de todos los colombianos quedó claro que para llegar al gobierno este gobierno uribista contó con el apoyo activo de narcos como el Ñeñe Hernández. Además Duque no tuvo inconveniente en coordinar con los paramilitares y narcotraficantes asesinos de los Rastrojos para que Guiadó cruzara la frontera para atacar a Venezuela desde Colombia. Duque, el uribismo y la oligarquía colombiana merodean cual aves de rapiña calculando qué tanta tajada podrán agarrar del botín producto del saqueo de la riqueza venezolana, que tendría lugar si triunfa el ataque imperialista.

Y si de atacar a alguien por criminal se trata, qué decir del uribismo que fue gestor de la ley 100 cuyo resultado es la destrucción del sistema de salud pública en Colombia, creador de EPS – IPS que hoy se enriquecen con la salud de los colombianos, que sobre explota a los médicos y paramédicos con contratos precarios, y ahora los conduce a la muerte sin mecanismos de protección para enfrentar la pandemia. Qué decir de sus “falsos positivos”, y del sistemático asesinato de líderes y lideresas sociales, que bajo su nuevo gobierno, el de Duque, se ha disparado. Criminal fue no cerrar el aeropuerto el Dorado a tiempo para contener los contagios importados. Criminal es no garantizar a las familias pobres condiciones dignas de alimentación y vivienda para hacer la cuarentena. Criminal es estar facilitando a los capitalista la reapertura de empresas, para que puedan seguir obteniendo ganancias con la explotación de los trabajadores, así eso signifique llevar al matadero de la pandemia al trabajador y su familia.

CACEROLAZO en línea sale a la palestra pública precisamente en este crítico contexto internacional y nacional, en momentos en que queda al descubierto la locura destructiva del capitalismo y sus gobiernos. Y su nombre está asociado a aquella luz de esperanza, a aquel camino, el de la lucha obrera, campesina y popular, que podría conducirnos finalmente a la solución para enfrentar con éxito la pandemia y la crisis económica, de tal manera que la locura capitalista e imperialista no termine hundiendo a la humanidad y a la naturaleza toda, arrastradas por el convulsionado remolino generado por el hundimiento del capitalismo. No falta quien hoy nos venga a decir que por el impacto de esta pandemia, el capitalismo “reflexionará” y “autocríticamente” moderara su carácter depredador y explotador… falso de toda falsedad, el capitalismo imperialista lleva en sus genes su norte destructivo de toda vida en el planeta tras su desaforada búsqueda de la ganancia; hoy la pandemia y la crisis nos lo coloca en evidencia. Tampoco caerá sólo, únicamente la lucha revolucionaria de los trabajadores y pueblos pobres del mundo lo derrotará y extirpará de la faz de la Tierra. Hoy más que nunca enfrentamos el dilema: socialismo o barbarie.

CEROLAZO en línea debe su nombre a aquella histórica experiencia de lucha protagonizada por los trabajadores, capas medias y sectores populares de Colombia durante la gran jornada del 21N del año pasado, y que nos mostró el camino a seguir. Día de aquel histórico paro nacional contra las políticas económicas y sociales del gobierno uribista de Duque, y contra el asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales, en lo que el gobierno tiene la responsabilidad política. Día de lucha que cerró ya en horas de la noche con la más estruendosa y masiva protesta jamás vista en nuestro país, que se hizo oír, y de qué manera, gracias al golpeteo de centenares de miles de cacerolas.

CACEROLAZO en línea se inspira también en aquellas cacerolas que recientemente han sonado masivamente también en ritmo de protesta en Brasil contra la irracionalidad de un gobierno ultrareccionario como el de Bolsonaro, que con su manejo de la pandemia, o mejor, con su no manejo, está llevando al pueblo de Brasil al matadero. Este despertar del pueblo brasilero da continuidad al iniciado el año pasado por los heroicos pueblos de Chile, Ecuador y Haití precisamente contra todas las lacras causadas por las políticas de gobierno capitalistas y lacayos del imperialismo. El 21N las cacerolas colombianas se sumaron a esa combativa sinfonía continental. Y las cacerolas también sonaron recién de manera masiva y contundente al otro lado del Atlántico; en España contra una monarquía corrupta e imperialista que se ha ensañado en reprimir y negar el legítimo derecho a la autodeterminación e independencia del pueblo catalán.

CACEROLAZO en línea como espacio de denuncia, crítica y acción se coloca al servicio de ese gran despertar nacional y continental iniciado el año pasado, y que hoy más que nunca, ante la pandemia, la crisis económica y la intensión de los ricos de que los platos rotos los terminemos pagando los trabajadores y los pobres, necesita no sólo tener continuidad sino avanzar para que unidos los de abajo, y en lucha consecuente, derrotemos la locura, la brutalidad y la irracionalidad capitalista imperialista. Más urgente aún esto en un país como Colombia en que en plena pandemia y cuarentena continúan los asesinatos de líderes y lideresas sociales. En un país cuyo gobierno hace cómplice activo a Colombia de la agresión militar a Venezuela, además con bases yanquis en nuestro territorio, cuando lo que nos corresponde es estar del lado de Venezuela ante toda agresión imperialista y de sus aliados, incluido el uribista Duque. CACEROLAZO en línea se pone pues al servicio de la continuidad de aquel valioso grito de combate A parar para avanzar: ¡Viva el paro nacional!
CACEROLAZO en línea recoge y da continuidad a las batallas libradas desde las plataformas de lucha:





Finalmente CACEROLAZO en línea invitará a conocer, discutir y difundir la revista: 







Bienvenid@ a CACEROLAZO en línea.







Bogotá, Colombia, 13 de abril del 2020

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