lunes, 26 de abril de 2021

¡Todos, unidos, a derrotar la reforma tributaria de los Uribistas Duque y Carrasquilla!

 


Te invitamos a ver este vídeo en el que presentamos una visión desde los trabajadores de la reforma tributaria y algunos de los principales problemas del país... Compártelo, hagámoslo viral.

 


A parar para avanzar: ¡ VIVA EL PARO NACIONAL!! #28A

domingo, 25 de abril de 2021

TRABAJADORES DENUNCIAN LA ACTITUD INDOLENTE DE LAS EMPRESAS TAGHLEEF LATÍN AMÉRICA S.A (ANTES BIOFILM S.A) Y LLAMAN A MOVILIZARSE CONTRA LA REFORMA TRIBUTARIA EL 28A

La pandemia del COVID 19, al tiempo que nos enfrenta a la enfermedad y a la muerte, devela lo que en realidad es el sistema capitalista para la humanidad, un sistema social en el que los trabajadores que producen todos los bienes y servicios son excluidos de su goce por el afán de un puñado de ricos de lucrarse y ser cada vez más ricos.  Las muertes que ocurren ahora por la enfermedad ya no obedecen al infortunio de su aparición, sino a la voracidad capitalista que detrás las patentes esconde la fórmula de la vacuna para asegurar que la misma sea fuente de riqueza y no la solución a la pandemia. En Colombia ni siquiera el correcto registro ha sido posible pues las pruebas para determinar el contagio son negocio de las EPS y, en el afán de producir de los empresarios no garantizan las medidas de bioseguridad para sus trabajadores y obreros.



Es por esta razón que los trabajadores del sector del Mamonal en Cartagena, organizados en la Coordinadora Sindical de Solidaridad de Cartagena –CSSC – CNSSP, han marchado el día 23 de abril para denunciar la falta de control de la enfermedad por parte de las empresas SEATECH INTERNATIONAL y Taghleef Latín América S.A (Antes Biofilm S.A)
 y del gobierno del Uribista Duque, al tiempo que invitan a los colombianos a parar el 28 de abril en contra de la reforma tributaria. Cacerolazo en Línea se permite reproducir a continuación la denuncia:




 

TRABAJADORES EN MAMONAL PROTESTAN CONTRA LA INDOLENCIA PATRONAL Y CONTRA LA REFORMA TRIBUTARIA

Cartagena de Indias, abril 23 de 2021.

Desde las primeras horas de este viernes trabajador de la zona industrial de Mamonal marchan pacíficamente denunciando la actitud indolente de las empresas del sector que siguen produciendo sin brindar garantías para la vida de los trabajadores.

Los trabajadores de la empresa Taghleef Latín América S.A (Antes Biofilm S.A) denuncian que los casos de trabajadores contagiados por Covid 19 siguen disparándole sin que la empresa active el plan temprano de detección de asintomáticos, ni la aplicación de las medidas de cerco epidemiologico ordenadas por las autoridades sanitarias. Así mismo denuncian que está empresa mantiene en la producción a los operarios mayores de 60 años y con comorbilidades, cuando la Resolución 223 de 2021 ordena que deben ser puestos en aislamiento preventivo y trabajo en casa.

La misma denuncia la hacen los trabajadores de la empresa atunera SEATECH INTERNATIONAL dónde siguen laborando en mesas de producción codo a codo, hacinados y condenados al contagio.

Al mismo tiempo la marcha es una manifestación derechazo de la Reforma Tributaria propuesta por el gobierno nacional y contra las políticas nefastas del gobierno de Iván Duque.

Los trabajadores llamaron a los obreros, amas de casa, mototaxistas, estudiantes y a la población en general a sumarse al paro nacional convocado para el 28 de abril, cómo una expresión legítima del pueblo oprimido.

Los trabajadores llaman a la movilización con la consigna: "¡Si no luchamos, nos jodemos!"

La actividad pacífica continúa en ambos sentidos, ocasionando un gran trancón. 

Plataforma informativa de la Coordinadora Sindical de Solidaridad de Cartagena-CSSC- CNSSP




lunes, 19 de abril de 2021

SINTRAALFAGRES SE SOLIDARIZA CON LA LUCHA DE LOS 28 OBREROS DE SINTRAIME SECCIONAL SOACHA, EN HUELGA

 «La solidaridad es la ternura de los pueblos»

 

Obreros metalúrgicos Sintraime Soacha en huelga.
Visita a la carpa, donde
se mantiene la huelga.

Ya son 19 meses  desde que el Representante Legal de la empresa SAC Estructuras Metálicas Juan Manuel Correa aplicó el artículo 140 del CST a 40 trabajadores de la empresa. Ésta fue su estrategia para enviarlos a casa mientras cerraba la empresa y así esquilmar los últimos meses de salario, periodos de vacaciones acumulados y no otorgados por varios años y, la liquidación merecida por su trabajo de décadas, pues entre éstos obreros acumulan periodos de trabajo de 24 a 40 años en la empresa.

Son 28 obreros organizados en la subdirectiva Sintraime- Soacha. Con su resistencia han dañado detenido las pretensiones del patrón de robar sus derechos laborales, que en noviembre de 2019 sumaban aproximadamente 1.800 millones. Resisten en las peores circunstancias, asilados del conjunto de los trabajadores y la sociedad por la pandemia, a la que se enfrentan sin siquiera el pago de la seguridad social por parte del patrón y las dificultades económicas propias de tan largo periodo sin ingresos. 

Hermandad de clase

La pelea se ha dado en distintos planos: las tutelas, para pedir el pago de salarios adeudados y la seguridad social; ante el Ministerio de Trabajo, para que se haga cargo de la situación; acciones ante la Procuraduría y la Superintendencia de sociedades. La maraña institucional con la que se protege la patronal requiere de una altísima resistencia.

Estos trabajadores la han tenido, y apoyados por las acciones de solidaridad que han emprendido con ellos diversos sectores políticos y sindicales, así como jóvenes estudiantes, han logrado mantenerse en pie de lucha. 

Es en este contexto que la visita realizada el 8 de abril a la carpa de la huelga, por integrantes de la junta directiva de la organización Sintraalfagres, es un ejemplo de la solidaridad que debe existir entre todos los trabajadores y sus organizaciones para enfrentar a la patronal y su gobierno.

Cacerolazo en Línea reproduce los videos grabados en la visita realizada por SINTRAALFAGRES a los compañeros huelguistas. Denuncia de la situación y llamado a la solidaridad de los trabajadores. 








lunes, 12 de abril de 2021

Vacunación en Colombia: EL DESASTRE Y EL CAMBIO DE RUMBO QUE SE NECESITARÍA; PERO…

 Este 12 de abril la OMS lo reconoció: “Estamos en un punto crítico. La trayectoria de la pandemia está creciendo de forma exponencial[i]”. Basta sólo con mirar la tragedia en nuestro vecino Brasil que viene superando en las últimas semanas el promedio de más de 70 mil contagios y de 3 mil muertes por día, ¡llegando a superar las 4 mil muertes diarias últimamente!

A escala mundial se supera el promedio diario de 550 mil nuevos casos y de 9.750 fallecidos por día[ii]. Y cada uno de esos contagios representa una oportunidad para que el virus mute, y eventualmente surjan variantes más virulentas, mortales (como ya viene ocurriendo)… y lo peor: que posiblemente aparezcan algunas resistentes a la vacunas. La humanidad se mueve al borde del precipicio que la conduciría de la pandemia a la catástrofe total.

Resulta paradójico que mientras la capacidad científica y el denodado trabajo de científicos en el mundo lograron en tiempo record el desarrollo de vacunas; hoy, ya teniendo las fórmulas de las vacunas, el mundo viva un verdadero fracaso en lo que tiene ver con el ritmo de producción de vacunas y de su aplicación a la población.

Y es que una vez desarrolladas las vacunas, estas se convirtieron en meras mercancías; el asunto pasó de la ciencia al negocio, al desaforado ánimo de lucro de las transnacionales farmacéuticas y al reino de los intereses de los países ricos. Los países imperialistas, empezando por Estados Unidos, acaparan vacunas, adquiriendo muchas más de las que necesitan; mientras hay países pobres y oprimidos que ni siquiera logran vacunar a todos sus médicos de cuidados intensivos. La crisis llega a tal punto que incluso países imperialistas del continente europeo van bastante mal en sus procesos de vacunación, y se han desatado contradicciones entre ellos y con el Reino Unido.

Esta “paradoja” sólo se puede entender por el hecho de que la humanidad, para su desgracia, está gobernada por los intereses que implica el sistema capitalista imperialista mundial. La norma suprema que determina cómo se hacen las cosas, y a la cual se subordina hasta la política de salud pública ante la pandemia, es la del interés del capital de obtener más y más ganancias. Así se origina la irracionalidad que nos gobierna ante la semejante calamidad del Covid-19.

 


Duque puso su servilismo a los yanquis y al capital, por encima de la salud pública

En este contexto se da la vacunación en Colombia. El inicio del tercer pico de la pandemia golpea con fuerza en el país. Ya son más de 65 mil fallecidos, habrá que ver cuántas más personas morirán durante esta nueva oleada. La sistematicidad del gobierno de Duque y de los empresarios (a quienes representa), en favorecer el interés de las ganancias del capital así sea sacrificando la vida de miles (en especial entre los sectores populares) y en detrimento de la salud pública, ha facilitado que el coronavirus cause estragos con mayor amplitud y dureza.

Para colmo de males, el interés de los países imperialistas y de sus transnacionales farmacéuticas de favorecer a los países ricos en franco detrimento de los pobres, en el caso colombiano se combinó con la indolencia, ineptitud y servilismo al amo del norte y a los intereses de los capitalistas, de un gobierno como el de Duque, a la hora de adquirir las vacunas y de gestionar su aplicación masiva.

Baste recordar que este gobierno se opuso a la solicitud que desde India y Sudáfrica se impulsó en la Organización Mundial del Comercio, de interrumpir temporalmente las patentes sobre las vacunas para facilitar que su producción se pudiera realizar en muchos otros países y no sólo en aquellos en los cuales el ánimo de lucro de los pulpos farmacéuticos decidiera; de haberse aprobado dicha iniciativa al menos habría más disponibilidad de vacunas. Pues Duque puso su granito de arena para impedirlo; fiel a su carácter servil se colocó del lado de los empresarios imperialistas ayudando a que la medida no prosperara.

Es más, frente a Cuba, único país latinoamericano que viene avanzando en la producción de vacunas propias (en medio de grandes dificultades originadas en el bloqueo imperialista, con ataques que endureció Trump y que el “demócrata” Biden ha mantenido); el uribista Duque tomó el camino de ayudar a fortalecer los ataques yanquis a Cuba acusándola de promover “el terrorismo”. Esto en lugar de haberle ofrecido todo el apoyo posible para que Cuba avanzara mejor y más rápido en sus proyectos de vacunas, como correspondería desde la perspectiva de la unidad de los países Latinoamericanos, para apoyarse mutuamente ante tremendo desastre. Pero no; en lugar de esto Duque optó, no sólo por no colaborar, sino por debilitar el esfuerzo de los hermanos cubanos, quienes en lo que sí se han destacado es en promover la salud pública, incluso a escala internacional.

Por si poco fuera, a la hora de tocar puertas en búsqueda de vacunas lo hizo con un sesgo ideológico reaccionario y guiado por el afán de congraciarse con Estados Unidos: claramente privilegió comprar a farmacéuticas de países imperialistas, en especial yanquis. A China inicialmente sólo programó comprarle 2,5 millones de vacunas, es decir, en el plan inicial, sólo el 4% de las necesarias para vacunar al 70% de la población. Y en el caso de Rusia, ni siquiera le ha comprado una vacuna a la fecha de hoy. Esto mientras que lo que faltan en Colombia son vacunas por millones… y la cifra de muertes no para de aumentar.

Así era el plan gubernamental de compras a febrero, cuando se inició la vacunación:



A 30 de marzo habían llegado a Colombia 3.362.524 vacunas; de las cuales 2.499.964 eran procedentes de China, del laboratorio Sinovac. Esto es: ¡El 74% de las vacunas recibidas fueron las chinas… sólo el 26% tuvieron otro origen!

Así fue como desde los países imperialistas, y en especial desde Estados Unidos, las transnacionales farmacéuticas le correspondieron a Duque su abyecto servilismo a las potencias que oprimen a países como el nuestro a lo largo y ancho del mundo. Si no hubiera sido por China, Colombia ¡sólo habría recibido 862.560 vacunas, 41 días después de haberse aplicado la primera dosis!; lo que habría significado que el ya desastroso ritmo del plan de vacunación dirigido por Duque habría llegado a fin de marzo bajo absoluto y total fracaso. Luego se anunció que a China se le van a comprar 5 millones más de dosis.

 


Vacunar: negocio para los mercaderes de la salud

Pero el problema no termina acá. Como si se tratara de ayudar al Covid-19 a causar mayores estragos, el gobierno entregó la aplicación de las vacunas, a manera de “oportunidad de negocio”, a las empresas que se dedican a hacer ganancia mercadeando con la salud del pueblo colombiano; de nuevo, las EPS las favorecidas. Es así que la resolución 166 del Ministerio de Salud establece que del dinero público se pagará a las EPS, de acuerdo a una serie de criterios, tarifas que van desde $11.293 hasta $94.681, con un promedio aproximado de $32.000 por cada dosis aplicada. Y obviamente, bajo la racionalidad del ánimo de lucro las EPS (y las IPS) buscarán la manera de bajar los costos de la operación para incrementar las ganancias. Y, ¡claro!, como ya es costumbre uno de los principales “costos” a minimizar será el salario, o, peor aún, los “honorarios por servicio”, de los precarizados laboralmente trabajadores de la salud que se expondrán haciendo la tarea.

El negocio realmente es grande, muy contentos debe estar el puñado de grandes grupos económicos propietarios de las EPS: pues se trata de aplicar al menos 61,5 millones de dosis… es decir, hay allí mucho dinero público para convertir en ganancia privada. Para hacernos a una idea: manejando el promedio de $32.000 por dosis (que puede ser bajo) y una tasa de utilidad del 20% (que puede ser baja frente a la real), ¡los mercaderes privados de la salud se estarían echando al bolsillo $393.600.000.000 pesos del presupuesto público!

 

Vacunación a paso de tortuga

El resultado de todas las anteriores decisiones del gobierno de Duque, en combinación con los incumplimientos (que ya han empezado a ocurrir) de las farmacéuticas, es que el plan de vacunación no marchará a la velocidad que la emergencia de salud pública lo demanda. Lo que se traducirá en centenares de miles de más contagiados, y miles más de muertes.

La responsabilidad política del gobierno uribista de Duque es tan evidente como grande. El caso de Chile, con un gobierno de derecha y patronal parecido al de Duque, demuestra que se podría haber hecho otro manejo tomando otras decisiones políticas: mientras que con corte al 7 de abril se habían aplicado en Chile 11.396.072 dosis, en Colombia sólo 2.691.513[iii]; y más desastrosa la situación colombiana al tener en cuenta que acá se tiene una población de 48,2 millones, mientras que allá es de 18,9 millones.

El sólo hecho de que el gobierno haya planteado que sólo hasta diciembre estará inmunizado el 70% de la población, ya de por sí es un desastre: costará muchas vidas y sufrimiento de familias. Además tal lentitud maximiza las condiciones para dar posibilidad a que aparezcan en Colombia o lleguen de otros países nuevas mutaciones del virus, más letales y eventualmente capaces de derrotar la protección de las vacunas. Pero peor aún: como van las cosas; ni para fin de año se alcanzará esa meta. Veamos.

El gobierno de Duque anunció que su meta era vacunar al 70% de la población antes de fin del año 2021, y así en teoría alcanzar la ansiada “inmunidad de rebaño”. Esto significa vacunar a 35 millones de habitantes de Colombia. En febrero, al anunciar el inicio del Plan Nacional de Vacunación dijo que el siguiente sería el ritmo de vacunación[iv] para tal fin:

Según este compromiso al finalizar marzo deberían haberse aplicado 3.670.764 dosis. Pero la realidad fue que se aplicaron 2.243.392, y eso gracias a las llegadas desde China. Es decir sólo en esta primera fase de vacunación ya se acumula un déficit de 1.427.372 dosis; un incumplimiento del ¡39%! Evidentemente, así las cosas, terminará el 2021 y muy lejos se estará de la aplicación de las dosis completas a 35 millones en Colombia. Incluso según un portal[v] en Internet que sigue al avance de vacunaciones en el mundo, a Colombia (al ritmo que va) le faltarían 723 días (¡dos años!) para vacunar al 70% de la población, mientras que a Chile sólo 81 días. Todo esto le costará a los colombianos mucho sufrimiento más, muchos más contagiados… y ¡muchas más muertes que no tendrían por qué haber ocurrido!

Pero claro, esto no preocupa a un gobierno para el cual bombardear a niñas es válido dizque porque se han convertido en “máquinas de guerra”; a un presidente que bajo su mandato durante el 2020 se produjeron 91 masacres con 381 víctimas mortales, y en lo que va de este año van 27 con 99 víctimas[vi]; a un gobierno sobre el cual el año pasado Indepaz denunció: “…que en entre el 7 de agosto de 2018 y julio de 2020, lo que lleva Iván Duque como presidente, han asesinado a 573 líderes sociales y defensores de Derechos Humanos en Colombia[vii]”. Y es así porque, recordemos, que este gobierno es del uribismo, que representa los intereses de los sectores más reaccionarios, derechistas y retardatarios de la oligarquía y de la patronal colombiana. Ahí quedaron para siempre los “falsos positivos” y el paramilitarismo para recordárnoslo.

 

En defensa de la salud pública: urge un cambio de rumbo

Aún se estaría a tiempo de, al menos, reducir el tamaño del desastre. Pero lograrlo exigiría hacer un cambio total en la orientación gubernamental para desarrollar la vacunación. Se necesitaría tomar medidas como las siguientes:

·       Unirse a los países que piden la suspensión de las patentes sobre las vacunas, para facilitar que muchos otros fabricantes y países las produzcan. Junto con esto demandar que las transnacionales farmacéuticas y las potencias imperialistas coloquen a disposición toda la tecnología necesaria para que la producción de vacunas dé un salto colosal, tal como la gravedad de la situación lo demanda.

·       En especial en el caso de Latinoamérica, rodear a Cuba de todo el apoyo para que logre avanzar de mejor manera en su empeño de producir nuevas vacunas. Más cuando ha sido reciente noticia que “Cuba comenzó este mes la última fase de los ensayos de dos de las cinco vacunas que está desarrollando. Si tienen éxito, tanto la Soberana 02 como la Abdala, podrían ser las primeras vacunas contra covid que se desarrollan en América Latina”[viii]. En función de esto demandar el cese inmediato del bloqueo yanqui y demás ataques a la Isla.

·       Construir un frente unitario de los países latinoamericanos para ganar correlación de fuerzas en las negociaciones con los pulpos farmacéuticos y los gobiernos imperialistas; impidiendo que por estar divididos los países pobres, las trasnacionales abusen aún más en las condiciones de venta de la vacuna. Además, para brindarse apoyo solidario en recursos (incluyendo la aplicación y producción de vacunas) para defenderse de la pandemia en unidad entre los pueblos latinoamericanos hermanos. Resulta urgente la realización de una cumbre de los países latinoamericanos con tal propósito; se debería convocar ya.

·       Sería fundamental que encabezada por los sindicatos y gremios de los trabajadores del sector de la salud y de la comunidad científica; con el movimiento obrero, las organizaciones de mujeres, de jóvenes, de campesinos y demás oprimidos, y de todo dirigente que se reivindique democrático o progresista; a escala de todo el continente se construyera una gran unidad de acción para exigir de los gobierno el cambio de rumbo en el manejo de la pandemia, y la consecuente toma de medidas como las aquí planteadas.

·       Y en Colombia, el plan de vacunación no debe ser una “oportunidad de negocio”. Dejar de beneficiar a los mercaderes de la salud, los empresarios propietarios de las EPS. La vacunación contra el Covid-19 constituye una urgencia absoluta de salud pública y un derecho total de la población.

·       En consecuencia: que sea el Estado quien asuma directamente la ejecución del plan de vacunación; no guiado por el lucro, sino por el servicio público. Y que esto se haga bajo el control y vigilancia de los trabajadores de la salud, de sus organizaciones y sindicatos, y de la comunidad científica nacional.

·       Que, dada la emergencia, el Estado pueda disponer del uso de todos los recursos que están en manos de los grandes empresarios, empezando por los que hacen negocio con la salud del pueblo, para colocarlos al servicio de las necesidades de acelerar de manera absoluta el proceso de vacunación. Esto debería incluir medidas como tomar el control de todas las clínicas y en general del sistema privado del sector salud; también de todas las fábricas que se puedan colocar al servicio de la producción de recursos para atender los estragos de la pandemia; mejorar de inmediato las condiciones de trabajo en el sector salud, acabando con la precarización contractual, garantizando estabilidad laboral, salario profesional adecuado y, claro, la totalidad de recursos para maximizar las condiciones de bioseguridad en el sector.

Medidas como estás permitirían dar el necesario y total vuelco al plan de vacunación, e impedir la muerte de muchos de los que morirán si esto sigue en manos de las políticas del uribista Duque.



Pero con duque, todo es posible de empeorar

Pero por desgracia para el pueblo colombiano, este señor anda pensando en medidas muy distintas. Cuando se pensaría que no podría hacer algo peor para la salud pública… ahora Duque sale con autorizar a los empresarios privados a comprar y aplicar vacunas. Esto dizque para ayudar a que el plan de vacunación avance “de mejor manera”.

Con esto, además de todos los desastres arriba señalados, la vacunación en Colombia viviría un salto en materia de inequidad: se autorizaría a los privados a vacunar a “sus empleados y a las familias de estos”. Lo anterior implicaría que los trabajadores de empresas diferentes a los grandes oligopolios y monopolios, y más aún, los trabajadores informales y los desempleados, los campesinos, los indígenas…, y sus familias, estarían en desventaja pues no se favorecían de la “generosidad” de sus patronos. Mientras en las grandes empresas sí se beneficiarían los familiares de “trabajadores” como Luis Carlos Sarmiento Angulo, como Carlos Ardila Lülle, como Fuad Char, etc., etc. ¡Las ventajas de ser de “buena familia”!

No contentos con los privilegios que se les otorgan, los empresarios van por más: pretenden que se les autorice libertad total para negociar las condiciones para la compra de vacunas con las farmacéuticas. Puntualmente buscan algo que le gustará muchísimo a los vendedores de vacunas: poder pagarle a las farmacéuticas un precio mayor por vacuna que el pagado por el Estado colombiano. Esto significará que aquellas podrán cerrar negocios más lucrativos con los privados, y por tanto no dudarán en agilizar los negocios y entregas a los privados, en detrimento de los compromisos ya establecidos con el país. Maniobras para hacerlo “legalmente” habrán muchas. Por más que lo niegue el gobierno, esto permitirá a los privados competir en condición de ventaja contra el ya mediocre plan público de vacunación.

Como si todo lo anterior fuera poco, ahí vemos a este presidente centrando los esfuerzos, en pleno tercer pico de la pandemia, en la agresiva y anti-obrera “reforma” tributaria, avanzando en medidas patronales y anti-obreras como el 1174, insistiendo en el proyecto de ley 010 que favorece aún más a los mercaderes privados de la salud; intensificando políticas de sumisión al imperialismo en materia de narcotráfico (como la aspersión aérea de glifosato) que favorecen el incremento de la violencia en los campos, las masacres, y el asesinato de líderes y lideresas sociales; clamando por más agresiones contra Venezuela… y un largo etcétera. Por todo lo anterior gana importancia el apoyo al paro nacional llamado por las Centrales Obreras y el Comité Nacional de Paro para el próximo 28 de abril; razones más para que las direcciones de las centrales intensifiquen su preparación por la base.

Definitivamente, para infortunio del derecho a la vida y a la salud del pueblo colombiano, a las calamidades que en sí mismas significan la pandemia y la crisis económica, los trabajadores y pobres de Colombia padecemos una tercera calamidad: ¡la del gobierno uribista de Duque!

 

Cacerolazoenlinea

12 de abril del 2021

 



UNIDAD CON PADRES Y MADRES DE FAMILIA Y ESTUDIANTES PARA RESISTIR LA ARREMETIDA DEL URIBISTA DUQUE

En medio del tercer pico que arrojó un promedio de 11.640 contagios en los últimos 7 días, llegando a 14.509 el pasado 10 de abril, la ministra de educación y el ministro de salud, expidieron la circular externa 026, en la que ordenan la “apertura de los colegios” sin importar las deficientes condiciones de bioseguridad y de infraestructura de las instituciones educativas. La circular llega al extremo de negar no sólo a los gobiernos escolares sino también a las secretarias de educación y a los gobiernos regionales la facultad de hacer “cierres preventivos de las instituciones educativas” quedando el gobierno nacional como el único autorizado a permitirlos. Así se agrava el rasgo autoritario y antidemocrático que ha profundizado este gobierno uribista durante la pandemia, en detrimento del cuidado de la salud pública.

En el caso de Bogotá, epicentro de la pandemia, la administración distrital en cabeza de Claudia López y de la Secretaría de Educación, bajo todo tipo de amenazas y chantajes, que se asemeja más a los rasgos autoritarios del gobierno nacional que a lo anunciado en su campaña para la alcaldía, presiona para que a partir del martes 13, los colegios de la ciudad, regresen a la presencialidad bajo la modalidad de alternancia

En este marco, es urgente que el magisterio en unidad con padres y madres de familia y estudiantes, nos dotemos de una política para resistir a esta nueva arremetida del gobierno de Duque en favor del capital, en detrimento del derecho a la salud y a la vida, y que, unidos, reivindiquemos el verdadero derecho a la educación en las condiciones que impone la actual situación de pandemia. Debemos acoger la experiencia y recomendaciones de la comunidad científica, en el sentido de que, mientras no alcancemos la inmunidad de rebaño, la proporción entre el trabajo presencial y el trabajo en casa, debe ser inversamente proporcional a la evolución de la pandemia y en todo caso, previa implementación del 100% de las medidas de bioseguridad en las instituciones educativas. Esto es a mayor contagio, menor presencialidad, a menor contagio, mayor presencialidad; y en momentos de los picos como el de ahora, la presencialidad debe ser CERO.

Por el derecho de los trabajadores y del pueblo pobre a la vida y a la educación, derrotemos la nefasta política del uribista Duque.

En el mundo nos acercamos a los 3 millones los fallecidos por la pandemia. El hecho que la humanidad, en pleno siglo XXI, haya resultado tan vulnerable ante el Covid-19, tiene un responsable central: el sistema capitalista imperialista mundial. No se podría explicar el monumental desastre sin tener a la vista lacras propias del capitalismo como: el imponer la obtención de ganancias y más ganancia para el capital como el supremo criterio rector de las prioridades de la sociedad; la irracional depredación de la naturaleza motivada por el ánimo de lucro; el descomunal salto en la inequidad, desigualdad social y pobreza; y la criminal opresión de los países ricos sobre los pobres.

Y es que la pandemia que ha significado la enfermedad para millones, la muerte para centenares de miles no es democrática, los mayores damnificados son las poblaciones pobres, los negros, los migrantes, los mayores, los afectados por comorbilidades. Así mismo la crisis económica, que aceleró la pandemia, golpea con más brutalidad a los trabajadores y pobres del mundo, mientras un puñado de mega millonarios se enriquecen aún más.

En nuestro país, la pandemia no solo encontró un sistema de salud público destruido por la voracidad de unos cuantos capitalistas contribuyendo a elevar sustancialmente el número de muertes, muchas de ellas evitables; también encontró un sistema de educación pública desfinanciada, en crisis, con un déficit de más de 73 billones de pesos al 2017, con instituciones sin agua potable, sin baterías de baño, sin conectividad, etc., que ha impedido cualquier grado de presencialidad que la situación epidemiológica hubiera permitido. Tampoco se apoyó seriamente la educación no presencial. Ni el gobierno nacional ni los regionales apoyaron a las familias, garantizando equipos y conectividad para todos los estudiantes, ni la renta básica de por lo menos un salario mínimo que protegiera a sus familias. Tal circunstancia ha significado que miles de estudiantes hayan tenido que combinar sus actividades académicas con la incorporación al mercado de trabajo, otros, por la precariedad de sus recursos, no hayan podido acceder a eso que el gobierno llama «virtualidad», no tienen computador o tableta, conexión fija a internet o datos. La desigualdad en materia educativa se acrecienta y condena a esta generación a una evidente limitación en sus procesos formativos.

En el caso de los maestros de los colegios oficiales, colocaron todo de sí, creando de un día para otro todo un sistema de educación remota, sin haber sido preparados para ello, y sin contar con el suficiente apoyo del Estado, usando sus propios recursos: su casa, sus servicios públicos, su internet, sus computadores (que en muchos casos tuvieron que contratar y comprar a las carreras), usando sus horas de descanso, afectando la atención a sus propias familias, y dando un paso al frente para estar en la primera línea del apoyo a los estudiantes y a sus familias, trabajando en equipo con estas, y en no pocos casos en condiciones de precariedad laboral, (como es la situación de los docentes de los colegios privados), lograron paliar la situación, para no dejar que se perdiera del todo el año escolar.

Sin embargo, Duque y su partido se han dedicado a estigmatizar a FECODE y al magisterio, lo que ha conducido al incremento de las amenazas y asesinatos de maestros. Ataques que dan continuidad y buscan el objetivo de destruir la fuerza de FECODE, como lo hizo con la Minga Indígena, con los jóvenes que salieron a protestar contra la violencia policial, contra los líderes de restitución de tierras o defensores de los derechos humanos, en fin, contra todos aquellos que le opongan resistencia en un intento por evitar cualquier proceso de articulación y organización de la lucha contra la brutal ofensiva de la rosca oligárquica en el poder.

Duque y su gobierno pretenden responsabilizar a los maestros de la penosa situación en que se encuentran nuestros los niños y sus familias, afectados en todos los terrenos, desde los académicos, pasando por los socioafectivos, del incremento de la violencia intrafamiliar, del abuso sexual, del reclutamiento de jóvenes por los grupos armados etc. No nos llamemos a engaños, el gobierno no pretende resolver estos problemas que son producto de las causas estructurales de desigualdad, de las condiciones de miseria y falta de oportunidades que la pandemia ha agudizado pero que no son nuevas.

La verdad que el gobierno oculta, es que el objetivo de abrir los colegios, responde al interés de liberar la mano de obra de aquellos miembros de las familias que han tenido que quedarse en casa para atender a los estudiantes, en su mayoría mujeres, para que esté disponible para la explotación por parte de los empresarios; y para acrecentar la masa de desempleados creando mayor presión para que estos acepten condiciones más precarias de trabajo. Recordemos que con su decreto 1174 Duque legalizó y entregó a los patronos nuevas herramientas para ultra-precarizar y sobre-explotar a los trabajadores (trabajo por horas). La circular también está hecha a la medida de la necesidad de los mercaderes privados de la educación, del transporte, de los contratistas del PAE, etc. Esta ofensiva es pues una medida más de este gobierno en la dirección de favorecer los intereses del capital, en detrimento de los de las masas populares en estos tiempos de pandemia y crisis económica.

Por ello, desde las bases del magisterio debemos llamar a la dirección de  FECODE a poner en el centro de su accionar -más allá de la mera reivindicación sindical-, la organización de  padres de familia, estudiantes y profesores, para unidos exigir el derecho a la educación pública y al buen ejercicio de la profesión docente, lo que en la actual situación de pandemia significa: primero, brindar a la comunidad educativa todas los recursos necesarios para el desarrollo, en condiciones dignas, de la porción de educación que continúe bajo la modalidad no presencial (empezando por garantías de conectividad gratuita y universal); y, segundo,  entregar de emergencia todos los recursos económicos, humanos y materiales  para crear las condiciones previas que garanticen las medidas de bioseguridad adecuadas para la porción de la educación que pueda comenzar a pasar a la modalidad presencial, siempre que el curso de la pandemia lo permita.

De esta manera, en un frente compuesto por profesores, padres de familia y estudiantes, podremos contrarrestar la pretensión del gobierno y del ministerio de educación de dividir a la comunidad educativa, enfrentando a las familias de los estudiantes con los docentes, haciéndoles creer que los responsables del deterioro de la educación pública durante la pandemia ha sido el magisterio; vil maniobra gubernamental para ocultar su responsabilidad al haber privilegiado durante la pandemia los intereses de los grandes empresarios sobre los de las familias y los hijos de los trabajadores y los pobres.

El pliego de peticiones y la estructura organizativa de FECODE, al servicio de la lucha y la movilización.

FECODE es la federación sindical más grande del país, tenemos el reto -como en otros momentos de la historia política del país-, de contribuir a derrotar la nefasta política del uribista Duque. Colocar como primer punto del actual pliego de peticiones la lucha por las condiciones previas y la conectividad.  Así mismo, junto a la comunidad médica, y los trabajadores de la salud, que son hoy en día la primera línea en la defensa del derecho a la vida, levantar la consigna COLOMBIA UN SOLO HOSPITAL, la exigencia de la vacunación gratuita y universal, la liberación de las patentes y por encima de todo, impedir que la vacunación caiga en manos privadas, como pretenden ya algunos mercaderes de la salud.

FECODE debe también junto con el movimiento sindical, las organizaciones sociales, indígenas, juveniles, campesinas, y otras, sumarse y jugar un papel protagónico en la lucha por la renta básica de un salario mínimo y sin condiciones para todos los que la necesiten, por reclamar que el Estado les reconozca pago salarial a las miles de mujeres que por efectos de la pandemia han tenido que asumir el cuidado del hogar y el apoyo al proceso educativo de sus hijos; así mismo, la lucha contra la reforma tributaria, laboral y pensional que ya está en curso, por juicio y castigo a los responsables de los asesinatos de líderes sociales y masacres, de los mal llamados falsos positivos, de los que bombardean indiscriminadamente niños y niñas, víctimas del abandono del Estado.

Para que esto se haga realidad, es necesario que las fuerzas políticas y sociales que tienen presencia en las organizaciones sindicales, depongan sus intereses particulares, depongan actitudes sectarias y divisionistas y defiendan el sindicato, como una organización de frente obrero para luchar contra el patrón y contra el gobierno, y no como un instrumento para fortalecer los distintos proyectos políticos y personales. Defender al interior del sindicato la democracia sindical, entendida como la participación activa y consciente de las bases en la toma de decisiones, es lo que puede hacer la diferencia, entre un sindicato para la lucha y un sindicato para la conciliación con el patrón.

Y así, de manera unitaria, intensificar en colegios, lugares de trabajo y barrios la preparación democrática y por la base del paro nacional convocado por las Centrales Obreras y el Comité Nacional de Paro para el próximo 28 de abril, contra el uribista gobierno de Duque y sus medidas antiobreras y antipopulares.

En cada colegio, en cada vereda, en cada municipio, juntémonos con padres y estudiantes para organizar la lucha por el derecho a la vida y el derecho a la educación.

En contra de las acusaciones del gobierno, a los maestros si nos importa la suerte de los niños y de sus familias, es por eso que a lo largo y ancho del país se desarrollan iniciativas que van desde campañas de solidaridad, hasta procesos organizativos que buscan arrancarle al gobierno condiciones reales que garanticen el derecho a la educación.

Un ejemplo de ello son los maestros de Puerto Caldas, un municipio de Risaralda que fue noticia en estos días por el brutal desalojo de la comunidad de San Isidro, ellos desde comienzo de año, se organizaron junto con los padres, y estudiantes para exigirle a la Secretaría de Educción de Pereira desde agua potable hasta el nombramiento de funcionarios (secretarios y vigilantes) para garantizar el proceso de matrícula y la protección de la institución. Han realizado mítines al frente de la alcaldía, constituido mesas de trabajo, reuniones con la comunidad en la que participan hasta los exalumnos que vienen desde otras localidades a defender el derecho a la vida y a la educación.

Por su parte los profes del Fernando Mazuera ubicado en la localidad de Bosa en Bogotá, desde el año pasado crearon un comité de solidaridad desde el cual vienen trabajando en campañas de apoyo a la comunidad, en la entrega de mercados y guías para las familias más vulnerables y este año están adelantando un derecho de petición exigiendo a la Secretaría de Educación equipos y conectividad para más de 2.000 familias, al tiempo que iniciaron el proceso de discusión de la exigencias previas para un eventual regreso a la presencialidad en el momento en que la evolución de la pandemia lo permita defendiendo el respeto a la autonomía institucional y  el derecho del gobierno escolar en cada institución a decidir si abre o no una porción de presencialidad.

Estos y otros ejemplos los deberíamos replicar en cada rincón del país, y juntos con la comunidad organizarnos para resistir a la ofensiva del uribista duque que pretende descargar el peso de la pandemia y de la crisis brutal crisis económica, sobre los trabajadores y pobres de Colombia.

11 de abril del 2021

jueves, 8 de abril de 2021

PLANTÓN EN MEMORIA Y HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DE ESTADO (PARQUE MUNICIPAL DE SOACHA)

Soacha ha sido el lugar de arribo de miles de los millones de víctimas de desplazamiento forzado que hay en el país. Ha sido escenario de los infames asesinatos de jóvenes por las fuerzas armadas a los que se ha denominado falsos positivos y más recientemente, escenario de la masacre de jóvenes a manos de la policía en el CAI de San Mateo.

Organizaciones sociales, juveniles, vecinales y sindicales del municipio de Soacha han concurrido al llamado de la Intersindical del Sur para organizar la conmemoración del 1 de mayo, con un acto que al mismo tiempo rechace la reforma tributaria que impone el alcalde Saldarriaga y sus esbirros concejales, con la que han aumentado de forma desproporcionada el impuesto predial a gran parte del municipio.

Invitación a participar del plantón

En el marco de esta actividad, han decidido sumarse al plan de lucha levantado por el Comité Nacional de Paro que ha llamado al paro nacional para el 28 de abril. Así pues, nos invitan a un plantón en el parque de Soacha, el 9 de abril, a las 6:00 PM. 

Llamamos a los trabajadores y jóvenes del municipio a sumarse para rechazar, todos juntos, la arremetida contra los derechos humanos y laborales por parte del Gobierno de Iván Duque y el uribista alcalde Saldarriaga. Confluyamos en la unidad de acción para la preparación del paro del 28 de abril y el 1 de mayo.




sábado, 27 de marzo de 2021

LA DEROGATORIA DEL 1174 DE 2020 UNA TAREA DE TODOS LOS TRABAJADORES

¿Qué crea el decreto 1174 de 2020?

El Decreto 1174 de 2020 del Uribista Duque es una reforma regresiva al sistema de seguridad social con el que se reglamenta el piso de protección social. El presente texto quiere mostrar a los trabajadores las dos caras de la moneda de esa reglamentación: cuánto dinero se ahorran sus patrones con este Decreto y cuantos derechos pierden los trabajadores. También quiere demostrar cómo no es solo una reforma a la seguridad social, sino una norma que da rienda suelta al trabajo por horas que empeorará su nivel de vida.

 

¿Qué es el piso de protección social?

La Ley 100 de 1993 reguló de manera general el sistema de salud, el aseguramiento a riesgos profesionales y el derecho a pensión. Son éstos tres servicios la base del sistema de seguridad social del país. Ante la precarización del trabajo que se ha vivido tras las medidas de apertura económica en los últimos 30 años, los gobiernos de turno han respaldado la pretensión de los empresarios de legalizar las condiciones precarias en las que laboral millones de colombianos, siendo un objetivo importante de estas presiones el buscar formas de “cubrir con seguridad social”[1] a trabajadores por días y por horas. Después de la ley 100 el Decreto 2616 de 2013 del gobierno de Santos avanzó en ese objetivo al autorizar el pago de seguridad social por días para trabajadores que laboran menos de 30 días al mes para un patrón. El Uribista Duque profundizó la tarea impuesta por los patrones mediante el Decreto 1174 de 2020 que autoriza el pago a seguridad social por horas laboradas.

La posibilidad de contratar por días y horas siempre ha existido en la legislación laboral colombiana, bajo contratos como el de obra o labor, contrato ocasional (igual a un contrato a término fijo inferior a un mes), o trabajos a jornada parcial. La dificultad a la que se enfrentaban los patrones era que, en caso de querer deshacerse de responsabilidad por un accidente o enfermedad laboral, deberían pagar la seguridad social de los trabajadores como si estos recibieran por lo menos un salario mínimo y hubiesen trabajado todo el mes.

Veamos cómo se benefician los patrones con las reglamentaciones sobre la materia de los respectivos gobiernos.

 

Decreto 2616 de 2013. Recopilado en el decreto 1072 de 2015. Pago a seguridad social por días trabajados.

(i)   El patrón se ahorra el 8% del pago a salud, pues no se tiene que cotizar al régimen contributivo de salud, el trabajador pasa al régimen subsidiado[2].

(ii)La contribución a pensiones y caja de compensación se realizara por semanas, de acuerdo a la cantidad de días trabajados al mes. Si se trabaja al mes: de uno a siete días, el patrón pagara solo una semana; entre 8 y 14 días, pagará dos semanas; entre 15 y 21 días, pagará tres semanas; de 22 a 28 días, pagará 4 semanas.

 

Decreto 1174 de 2020. Pago a seguridad social por horas trabajadas.

(i)   El patrón se sigue ahorrando el pago de salud, pues los trabajadores estarán en el régimen subsidiado.

(ii)No se cotiza a pensión, los trabajadores quedan inscritos en el plan de beneficios económicos (BEPS), al cual el patrón deberá cotizar el 14% de salario pagado al trabajador (que se paga por horas).

(iii)                 Quita la obligación a los empleadores de pagar la protección de riesgos profesionales de acuerdo al nivel de riesgo al que está expuesto el trabajador, ahora el trabajador queda inscrito de manera general a un “seguro inclusivo”.

(iv)                  Ahorra a los patrones el 4% del salario, pues no hay que cotizar a caja de compensación familiar.

Para ilustrar, en el siguiente ejemplo se compara cuánto debe pagar un patrón a seguridad social por un trabajador que labora en total 96 horas al mes, es decir, la mitad de lo que sería un mes completo, bajo: el régimen de la ley 100, el Decreto 2616 de 2013 y el Decreto 1174 de 2020.

La base de liquidación será el salario mínimo de 2021 = Novecientos ocho mil quinientos veintiséis pesos ($908.526)

Valor día = $30.284

Valor hora = $ 3.785


Con el decreto 1174 de 2020 el patrón se ahorra:
 

·       Frente a la Ley 100, doscientos treinta y un mil trescientos dieciocho pesos ($231.318) en el pago de seguridad social por cada trabajador al que contratara por 98 horas mensuales (14 días a la semana).

·       Respecto al Decreto 2616 de 2013 el ahorro será de setenta y siete mil setecientos setenta y siete pesos ($77.777)

Mientras el empleador se lucra por cada trabajador que someta a la precarización, los trabajadores pierden sus derechos. En la siguiente tabla se realiza la comparación según los regímenes antes expuestos.




El decreto 1174 es una reforma laboral encubierta 

El Decreto 2616 de 2013 le ahorró dinero a los patrones al permitirles pagar la seguridad social de acuerdo a las reglas arriba explicadas. Sus reglamentaciones están dirigidas a labores que suelen prestarse por días, como es el caso de los servicios generales en casas o trabajos que se contratan por menos de un mes, del tipo a los que pertenecen los remplazos de vacaciones u obras específicas. En otras palabras lo que hizo fue permitir un pago más bajo de seguridad social a trabajadores que ya trabajaban a tiempo parcial.

En cambio, lo que hace el Decreto 1174 es viabilizar que trabajos que son contratados a jornada completa ahora se puedan contratar a jornada parcial. Pensemos en el siguiente ejemplo: una fábrica necesita de tres turnos de 8 horas para trabajar 24 horas al día. Con el Decreto 1174 podrá tener 4 turnos de 6 horas diarias para cumplir el mismo propósito. Miremos:


 
En este ejemplo cada trabajador va a perder de ingreso directo $363.486, más su derecho a pensión, riesgos profesionales, caja de compensación e incapacidades que cubre el régimen contributivo de salud a diferencia del subsidiado.



Mientras tanto, el patrón -asegurando la misma mano de obra- se ha ahorrado mensualmente por concepto de salarios $545.418 y por aportes a seguridad social $816.266. En total, por cada turno que llegue a precarizar de esta manera, el patrón se habrá ahorrado un millón trescientos sesenta y un mil seiscientos ochenta y cuatro pesos ($ 1.361.684). Seguro con el mayor cinismo pedirán agradecimientos, ya que, al pasar de 3 a 4 trabajadores, dirán ¡que han creado empleo!

Aunque no toque ninguna regla relativa a la contratación en Colombia, el 1174 es una verdadera reforma laboral. Todo lo anterior es la razón que explica la arremetida de despidos y procesos disciplinarios que vivieron y viven los trabajadores en el marco de la pandemia, los contratos suspendidos que no son reiniciados mientras se contrata personal temporal, etc.

 

La clase política colombiana, con Uribe a la cabeza, cumple 30 años arrebatando los derechos a los trabajadores

Lo que es claro para cualquier trabajador que lea la presente nota: que el Decreto 1174 de 2020 es una norma jurídica que viabiliza la contratación por horas, llevándose por delante el código sustantivo del trabajo y la regulación del trabajo formal de 8 horas diarias y los derechos que le corresponden al trabajador por el mismo; para el cínico ministro de trabajo del Gobierno del Uribista Duque es solo una medida para “ayudar” a quienes por estar en la informalidad no cotizan a pensión, es una medida pensada en 12 millones de colombianos caídos en el desempleo o en empleos precarios, lo que calla el señor Custodio es que esas condiciones son gracias a las políticas de apertura económica adelantadas desde el 90, bajo la “democrática” y neoliberal constitución de 1991.

No son nuevas las justificaciones de los políticos en las que indican estar pensando en la generación de empleo mientras arrebatan a los trabajadores sus derechos. En 1990, cuando se discutía la reforma laboral, el por entonces senador Álvaro Uribe defendía la perdida de retroactividad de las cesantías y su entrega a los fondos privados diciendo: “… yo he dicho que el nuevo sistema es un UPAC mejorado porque tiene un rendimiento mínimo superior. Además, una seguridad mucho mejor para los trabajadores que la seguridad actual”. Frente a la pérdida de estabilidad laboral de los trabajadores con la desaparición de la pensión sanción que castigaba a los patrones que despidieran sin justa causa a un trabajador que hubiese laborado por más de 10 años, este sinvergüenza afirmó: “la ley acoge la jurisprudencia de la Corte, que nos ha dicho que la pensión proporcional de vejez, a cargo del instituto de seguros sociales sustituye la pensión sanción… no hay ningún perjuicio para el trabajador…”. Cuando se le preguntó si con la reforma ganaban o perdían los trabajadores, sentenció: “claro que ganaron, porque el sistema tradicional de cesantías es un sistema que ha venido causando la inestabilidad de los trabajadores, los empresarios por temor a ese sistema están desvinculando anualmente a dos millones de trabajadores

Los politiqueros como Uribe, su títere Duque y su lacayo ministro de trabajo son expertos en usar palabras lindas para justificar las desgracias a las que con sus leyes someten a los trabajadores y benefician los patrones. 30 años del mismo juego en el que invitan a los trabajadores a ceder sus derechos para tener un trabajo porque: “mejor es algo que nada” y la pandemia, han demostrado el fracaso total de esas políticas, pues en 2020 mientras el número de hogares colombianos que comen solo una vez al día se multiplicó 5 veces -al pasar de 55.915 a 287.473 y más de 3.2 millones de familia pasaron a comer solo dos veces al día[4]-, el sector financiero ganó 24.25 billones de pesos[5], lo que equivale a ganarse 207 veces el premio del baloto más alto que se ha repartido en Colombia (que fue de 117 mil millones de pesos)[6].

 


… Y también van por la sobreexplotación de los hermanos venezolanos

La burguesía colombiana, cómplice del saboteo económico y del ataque a la soberanía de Venezuela adelantado por Washington, se apresta aprovechar el 11 74 para sobreexplotar también a los migrantes venezolanos.

Los trabajadores no tenemos patria, a un burgués lo único que le interesa es extraer ganancias explotando el trabajo sin distingo de nacionalidad, solo consideran si tienen la oportunidad de redoblar sus ganancias aún más. Esto es algo que los trabajadores no podemos olvidar, pues es deber recordar este principio elemental de la clase obrera para superar las divisiones que nos venden políticos y medios de comunicación, y luchar unidos en contra de la explotación capitalista.

 

Los colombianos debemos tumbar el decreto 1174 en las calles como los ecuatorianos en 2019 tumbaron el nefasto decreto 883.

El 2 de octubre de 2019 el presidente de Ecuador, el traidor Lenin Moreno, por medio del decreto 883 cumplía las órdenes del Fondo Monetario Internacional al liberar el precio de los combustibles en el vecino país. El pueblo trabajador, liderado por las comunidades indígenas, conscientes que tal medida encarecería los alimentos y la vida, salió decididamente a las calles de Quito. El día 14 de octubre, tras 12 días de dura lucha en las calles, el presidente que ante la potencia de la acción de masas en Quito se refugió en Guayaquil, tuvo que dar marcha atrás y derogar el Decreto.

El pueblo colombiano liderado por los trabajadores no puede dudar un segundo que el ejemplo ecuatoriano es el único camino efectivo para derogar el maldito Decreto 1174, que abre las puertas de par en par a las grandes masas hacia una vida miserable.

El Comité Nacional de Paro ha levantado un plan de lucha, que tiene como objetivo preparar el paro nacional del día 28 de abril. Es deber de los trabajadores hacer que la derogatoria del 1174 de 2020 sea uno de los objetivos de esa movilización, para ello el paro debe prepararse desde las fábricas, escuelas, oficinas y barrios.

Para lograr lo anterior, y además detener la máquina de guerra del infame uribismo que asesina sin piedad a niños y niñas, el 28 de abril debe prepararse por abajo, y articularse en miras de recuperar la senda del 21N (2019).

¡Todos a preparar el gran paro nacional del 28 de abril y la conmemoración del día internacional del trabajo!

¡Derogatoria inmediata del 1174!

¡Abajo el ministro de guerra Molano, asesino de niños!

A parar para avanzar: ¡VIVA EL PARO NACIONAL!



[1] Algo para resaltar, es que el sistema de seguridad social traslada de patrones a instituciones del sistema la responsabilidad en caso de accidentes o enfermedades laborales. En cuanto al sistema contributivo en salud, este se encargara de las socorrer al trabajador en caso de accidente no laboral o enfermedad de origen común, siendo quien asume el pago de las incapacidades o la pensión en dado caso.

[2] No sobra recordar que el régimen subsidiado de salud es financiado con el dinero de todos los colombianos. Es decir, que no es solo se trata de los derechos que pierde el trabajador al cambiar del régimen contributivo al subsidiado, sino que ese 8%, que se meten al bolsillo los empleadores, es aportado por el resto de trabajadores colombianos vía impuestos.

[3] Para el ejemplo se toma el valor más alto de riegos profesionales.

 


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